martes, 9 de junio de 2009

Arte de China

Desde los orígenes de la historia china se crearon objetos en bronce, jade y hueso, que recogieron el espíritu y efecto buscado en los rituales chamanistas.

Estas formas en bronce y jade muestran por primera vez uno de los principios esenciales del arte chino: la síntesis entre el espíritu creador artístico y la función social y jerárquica a la que estaban destinados desde su concepción. El primero de ellos se mostraba en la exquisitez de las formas, en el origen de los temas decorativos tomando como paradigma las fuerzas de la naturaleza y su acción sobre el espíritu humano, y en el gran conocimiento técnico de los materiales que ha caracterizado todas las formas artísticas.

Como complemento tanto la diversificación de las formas como la iconografía con la que se adornaban correspondían a los principios de jerarquización social y uso ritual que caracterizó los inicios de la civilización china con la Dinastía Shang y la Dinastía Zhou. En esta última dinastía surgen las escuelas de filosofía que profundizando sobre la relación del individuo con su entorno y la consideración social del mismo, establecerán los fundamentos teóricos sobre los que siglos más tarde se desarrollaría la teoría china del arte.

Nos referimos fundamentalmente al taoísmo y el confucianismo, sino por ello afirmar que existe una clara división entre lo que algunos consideran arte taoísta como manifestación disgregada de un supuesto arte confuciano.

Contenido

El trazo y la pincelada en el arte chino

Es cierto que la poesía, pintura y caligrafía representan todas ellas a través del pincel, la esencia misma del pensamiento artístico taoísta, pero no hay que olvidar que incluso estas artes sublimes tuvieron su función social, su jerarquización y en consecuencia participaron del pensamiento confuciano.

Estas eran el arte con mayúsculas,=o reservado a una clase intelectual formada en los clásicos, y la tradición, donde se reconocía y valoraba al artista y la obra de arte en su unidad y no como producto social. Desde la primera escritura tratada artísticamente y convertida en arte de la caligrafía por Wang Xizhi en el siglo IV d.C. hasta los últimos heterodoxos de la Dinastía Qing, los pintores Zhuda y Shitao, la caligrafía, pintura y poesía han estado unidas en unos mismos principios técnicos y estéticos.

Los instrumentos básicos -tinta, papel, pincel y tintero-,la formación clásica, y la búsqueda del ritmo, espontaneidad y expresividad basados en el trazo, la pincelada y el vacío han sido los elementos comunes a partir de los cuales se han desarrollado diacrónicamente a lo largo de los siglos.

La palabra, el carácter es considerado como una imagen, como la abstracción de una idea y concepto, y la imagen pictórica en la que se reconoce tanto a un carácter como a un paisaje se lee como una palabra, fusionándose así el pensamiento artístico en poesía-caligrafía-pintura.

El gusto por los materiales en el arte chino

Seda china.


Algunos de estos materiales mencionados se desarrollaron de una manera casi única en un contexto histórico determinado, mientras que otros se adoptaron a nuevos usos y formas. Así observamos que el bronce y el jade son característicos de las dinastías Shang y Zhou, ligados siempre al ritual y a la representación social.

La laca y la seda coinciden en asociarse con el momento histórico de expansión política y cultural del imperio chino durante la dinastía Han (206 a. C.- 220 d.C.), siendo también los primeros materiales sobre los que se diseña pensando únicamente en la belleza del objeto y no en su uso ritual.

A partir del reinado de Qin Shi Huang la cerámica, cuyas primeras formas aparecieron en el Neolítico sirviendo en muchos casos de referencia a las formas en bronce, adquiere un mayor valor al realizarse con ella la reproducción del gran ejército imperial con el que el emperador quiso proteger bajo tierra su mausoleo.

A partir de entonces, la cerámica (arcilla, terracota, gres y porcelana) se vuelve, gracias a la capacidad de organización laboral de los centros alfareros, las innovaciones técnicas y la habilidad de los artesanos en el material más versátil y polisemántico de todos.

Desde la sencillez del barro cocido y pintado el alfarero chino ha sido capaz mediante la aplicación de vidriados y técnicas decorativas y el control de la cocción una inmensa variedad formal y tipológica, capaz de satisfacer todos los gustos y necesidades.

La carestía de otros materiales (bronce, jade), hizo que a través de los barnices se intentará buscar los efectos cromáticos y plásticos de otros materiales. Así el barniz de óxido de hierro tratado en atmósfera reductora, producía una gama cromática del verde-oliva al azul lavanda con la que se pretendía imitar el aspecto del jade. Esta técnica decorativa conocida en China desde la Dinastía Han perduró hasta el siglo XX, siendo rebautizado el color verde de estas piezas por los europeos con el nombre de celadón.

Las piezas en cerámica funerarias encontraron en la Dinastía Tang su mejor expresión con la aplicación, mediante inmersión y goteo, de tres colores o sancai.

En la Dinastía Song, se transformaron totalmente los usos y las formas de la cerámica. El conocimiento desde el siglo X del caolín -ingrediente necesario para conseguir la porcelana- junto con el desarrollo económico de esta dinastía y la búsqueda de una mayor exquisitez en el diseño de los objetos cotidianos por parte de la clase letrada, permitió la aparición de nuevos tipos cerámicos. Así se diferenciaban los productos destinados a uso imperial, frente aquellos solicitados por los letrados, los comerciantes y las comunidades monásticas.

El cambio del siglo XIII se vio reflejado en el campo artístico en su industrialización y su distribución en el exterior del país. El tipo cerámico azul y blanco, es el más característico de esta transformación, siendo sinónimo de él el nuevo repertorio iconográfico y el paulatino cambio en su distribución y concepción espacial que afectaría a todos los materiales.

La última dinastía mostró al mundo un gusto por la ornamentación, la exuberancia técnica y el alarde formal, en una variedad de formas y materiales, que reflejaban el nuevo gusto y estética de la Dinastía Manchú.

Arte para la representación y la colectividad

Buda tallado en piedra.

Junto a la delicadeza estética de los materiales señalados, pensados para disfrute particular y en algunos casos también como símbolo de posición social, existieron otras formas de entender el arte.

La escultura en piedra y la arquitectura en madera fueron los cauces a través de los cuales la sociedad se manifestó como colectividad profundamente jerarquizada.

La escultura en piedra se inició como majestuosa y representativa decoración de los caminos funerarios de las tumbas imperiales en la Dinastía Han. Grandes animales reales y mitológicos, representación de los estamentos sociales -letrados, militares, extranjeros, etc.- fueron los temas elegidos para dignificar el poder.

Por ello es un arte anónimo, creación de talleres colectivos, en donde la piedra se tallaba monolíticamente en cuanto material y concepto. De todo ello son muestra las esculturas que flanquean el camino de los espíritus de las dinastías Han, Tang y especialmente las Tumbas Ming, así como la escultura representativa de los palacios imperiales.

Pero la escultura tuvo también fines religiosos ligados a la difusión del budismo en China. Las grutas de Yungang, Longmen y Dunhuang, muestran el trabajo en piedra, ladrillo y estuco, que dio forma al panteón budista. En ellos se aprecia la influencia extranjera y su transformación o adaptación al gusto y estética chinos, como una de las mayores aportaciones de los intercambios producidos en la Ruta de la Seda.

La arquitectura palaciega, funeraria, religiosa y civil, partió de simples sistemas de construcción y distribución espacial, haciéndose principalmente eco de su carácter de representatividad.

Por ello, tampoco fue considerada como un arte creativo sino como una labor de artesanos, especialmente carpinteros y decoradores, donde no tenían cabida innovaciones en el diseño o en la técnica de construcción.

Entre los ejemplos más significativos de la arquitectura china se encuentran los palacios -Ciudad Prohibida, Palacio de Veracruz, Chengde-, y los templos -Templo del Cielo, Pagoda de la Oca salvaje-, en los que se aprecia la imbricación de todas los materiales artísticos y su doble función artística y representativa.

Arquitectura China

La arquitectura china se caracteriza por distribuir el espacio en unidades rectangulares que se unen para formar un todo. El estilo chino combina rectángulos de diferentes tamaños y en diferentes posiciones de acuerdo con la importancia de la organización del conjunto: utiliza el Feng Shui. Se distinguen claramente los distintos niveles y elementos. El resultado es un aspecto exterior impresionante, pero al mismo tiempo dinámico y misterioso.

En la arquitectura tradicional china, la distribución de las unidades espaciales se rige por los principios de equilibrio y simetría. El eje constituye la estructura principal. Las estructuras secundarias se sitúan a ambos lados del eje formando el patio central y las habitaciones principales. Tanto las viviendas como los edificios oficiales, templos y palacios se ajustan a este principio fundamental. En la distribución del espacio interior se reflejan los valores éticos y sociales de los chinos.

En las viviendas tradicionales, por ejemplo, las habitaciones se asignan según la posición de cada persona en la jerarquía familiar. La cabeza de familia ocupa el cuarto principal, los miembros de mayor edad de la familia de éste viven en la parte de atrás y los más jóvenes, en las alas izquierda y derecha; los más mayores en la izquierda y los más jóvenes en la derecha.

La arquitectura china se caracteriza también por el uso de una estructura de vigas y pilares de madera y un muro de adobe que rodea tres de los costados del edificio. La puerta y las ventanas principales se sitúan en el frente. Los chinos llevan usando la madera como uno de sus principales materiales de construcción desde hace miles de años. La madera representa la vida y ésta es la principal idea que la cultura china, en sus múltiples manifestaciones, trata de comunicar. Esta característica ha llegado hasta nuestros días.

El Palacio de la Suprema Armonía (太和殿) en el centro de la Ciudad Prohibida.

Gran pagoda del ganso salvaje.


Templo del Cielo - El Salón de la Oración por la Buena Cosecha.


miércoles, 3 de junio de 2009

Arte Islamico




Los inicios del arte islámico ( siglos del VII al IX )


Antes de las dinastías
Poco se sabe sobre la arquitectura antes de la dinastía Omeya. El primero y más importante edificio islámico es, sin duda, la casa del Profeta en Medina. Esta casa, más o menos mítica, fue el primer lugar donde los musulmanes se reunieron para rezar, aunque la religión musulmana cree que la oración se puede hacer en cualquier lugar.
La casa del Profeta tuvo una gran importancia para la arquitectura islámica, puesto que establece el prototipo de la mezquita de diseño árabe, formada por un patio con una sala de oración hipóstila. Este modelo, adaptado a la oración, no nació de la nada, podría estar inspirado por el templo de Husa ( Yemen, siglo II a. C. ) o por la sinagoga Dura Europos ( renovada en el año 245). Construida con materiales perecederos (madera y barro), la casa del Profeta no sobrevivió por mucho tiempo, pero está descrita con detalle en las fuentes árabes. Actualmente, la Gran Mezquita de Medina se eleva en el lugar donde supuestamente se encontraba la casa del Profeta.
Los primeros objetos islámicos son muy difíciles de distinguir de los objetos de épocas anteriores sasánidas y bizantinas, o ya omeyas. De hecho, el Islam nació en efecto, en las zonas donde el arte parece haber sido poco abundante, pero rodeadas de imperios notables por su producción artística. Es por ello que, en los inicios del Islam, los artistas islámicos utilizaron las mismas técnicas y los mismos motivos que sus vecinos. Se conoce, especialmente, una abundante producción de cerámica sin brillo, como lo demuestra un célebre tazón que se conserva en el Museo del Louvre, cuya inscripción nos asegura que su fabricación se remonta a la época islámica. El tazón proviene de uno de los pocos lugares arqueológicos que realiza un seguimiento de la transición entre el mundo preislámico y el Islam: El de Susa en Irán.[5]
El arte omeya
Artículo principal: Arte omeya


Mezquita de los Omeyas en Damasco
Bajo los Omeyas, la arquitectura religiosa y civil crece con la introducción de nuevos conceptos y diseños. De este modo, el plano árabe, con patio y sala de oración hipóstila, se convierte en un plano-modelo a partir de la construcción, en el lugar más sagrado de la ciudad de Damasco - en el antiguo templo de Júpiter y en el lugar donde estuvo la Basílica de San Juan Bautista - de la Gran Mezquita de los Omeyas. El edificio fue un importante hito para que los constructores (y los historiadores del arte) situaran allí el nacimiento del plano árabe. Sin embargo, recientes trabajos de Myriam Rosen-Ayalon nos sugieren que el plano árabe nació un poco antes, con el primer proyecto que se hizo para construir la Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén.
La Cúpula de la Roca en Jerusalén es, sin duda, uno de los edificios más importantes de toda la arquitectura islámica, caracterizado por una fuerte influencia bizantina ( mosaicos con fondo de oro, plano centrado que recuerda el del Santo Sepulcro ), pero que ya tiene elementos puramente islámicos, como el gran friso con inscripciones religiosas del Corán. Su modelo no se propagó, y el que Oleg Grabar considera como el primer monumento que fue una gran creación estética del Islam, quedó sin posteridad.
Los Castillos del desierto en Palestina nos ofrecen mucha información sobre la arquitectura civil y militar de la época, aunque su función exacta está aún en estudio: ¿parada para las caravanas, lugares de descanso, residencias fortificadas, palacios con fines políticos que permitían la reunión entre el califa y las tribus nómadas? Los especialistas se esfuerzan por descubrirla, y parece que su uso ha variado en función del lugar donde se encuentren. Anjar fue una ciudad encontrada completa y que nos informa sobre un tipo de urbanismo aún muy cercano al de la antigua Roma, con cardo y decumano, como en Ramla.
Además de la arquitectura, los artesanos trabajaban la cerámica, a menudo no esmaltada, a veces con un vidriado monocromo transparente, verde o amarillo, y también trabajaron el metal. Sigue siendo muy difícil diferenciar estos objetos de los del período pre-islámico, los artesanos reutilizaron elementos occidentales (follaje vegetal, hojas de acanto, etc) y sasánidas.
En la arquitectura como en las artes mobiliarias , los artistas y artesanos omeyas no inventaron nuevas formas o métodos, sino que reutilizaron de manera espontánea las de la Antigüedad tardía mediterránea e iraní y las adaptaron a su diseño artístico, por ejemplo, mediante la sustitución en la gran mezquita de Damasco de los elementos figurativos que tenían los mosaicos bizantinos, por dibujos de árboles y ciudades. En los castillos del desierto se reflejan en particular estos préstamos y adaptaciones. La mezcla de tradición y readaptación de motivos y elementos arquitectónicos, fue creando, poco a poco, un arte típicamente musulmán, palpable sobre todo en la estética de los arabescos, presente a la vez que en los monumentos en los objetos o en las páginas de los Coranes iluminados.



El arte Abbasida


Copa con pétalos de rosa, ( siglo VIII / siglo IX ), Irán.
Con el desplazamiento de los centros de poder hacia el este, dos ciudades que serían sucesivamente capitales del Califato cobraron gran importancia: Bagdad y Samarra en Iraq. La ciudad de Bagdad no ha podido ser excavada porque está cubierta por la ciudad comtemporánea. La conocemos por varias fuentes, que la describen como una ciudad circular en cuyo centro se construyeron grandes mezquitas y palacios. Samarra ha sido objeto de varias excavaciones, especialmente de Ernst Herzfeld y más recientemente de Alastair Northedge. Creada por al-Mutasim, en el año 836, abarca unos treinta kilómetros 2, y tenía además de muchos palacios, dos grandes mezquitas y varios cuarteles. Abandonada definitivamente a la muerte de al-Mutamid en el año 892 nos ofrece un hito cronológico fiable.Samarra nos ha proporcionado una gran cantidad de mobiliario, especialmente estuco que servía como decoración arquitectónica y cuyos motivos pueden servir para la datación aproximada de los edificios. El estuco también se encuentra en el arte mobiliario desde el Egipto tulunida hasta Irán, sobre todo acompañando a la madera en la decoración.El arte de la cerámica conoció por lo menos dos grandes innovaciones: la invención de la fayenza y la cerámica de brillo metálico que perdurarán durante mucho tiempo después de la desaparición de la dinastía. En el Islam, se llama faience a una masa de pasta arcillosa, cubierta con un esmalte opaco tratado con óxido de estaño, y decorada. Las imitaciones de porcelana china se multiplicaron entonces gracias al óxido de cobalto, utilizado desde el siglo VIII en Suse, y que permite decorados en azul y blanco. El repertorio de motivos es todavía bastante limitado: motivos vegetales e inscripciones. El brillo metálico habría nacido en el siglo IX, tal vez por la incorporación a la cerámica de un producto ya existente y que era utilizado en el vidrio. La cronología de esta invención y de los primeros siglos es muy difícil y ha dado lugar a muchas controversias. Los primeros brillos metálicos serían policromados, sin imágenes y a partir del siglo X pasarían a ser figurativos y monocromos, si hemos de creer la opinión más comúnmente aceptada, que se basa, en parte, en el mihrab de la Mezquita de Kairouan. También se producía vidrio transparente u opaco, decorado por soplado en un molde o mediante la adición de otros elementos. Hay varios ejemplos de tallado de vidrio, el más famoso es probablemente el tazón de las liebres, que se conserva en el tesoro de San Marcos en Venecia., y la decoración arquitectónica en este material que ha sido hallada en Samarra.